jueves, 27 de agosto de 2009



PARAMO

Ubicación Colombia posee 64 por ciento a nivel mundial, es decir una extensión aproximada entre 1.135.000 y 1.800.000 hectáreas, disturbios en las cordilleras Oriental, Central y Occidental y la Sierra Nevada de Santa Marta. Representando aproximadamente dos por ciento del territorio nacional. Las principales zonas de páramo y su extensión en Colombia son el Macizo Colombiano (40.000 ha.), Sierra Nevada de Santa Marta (85.000 ha.), Suma paz (205.000 ha.), Chingaza (50.000 ha.), las Hermosas (59.500 ha.), Santa Isabel, Tolima, Ruiz (101.900 ha.), Pisba, Cocuy (Guacán y Chita 1.120.000 ha.), San turban, Berlín, el Almorzadero, la Rusia, Guantiva, Vetulia, Barragán, Chili, Torra, Bordoncillo, Galeras Azufral, Cruz Verde, Guerrero, Monte de Leona, Pan de Azúcar, Yaguarúes, Guasca, Gachalá.Clima La gran altura en sitios tropicales produce un clima especial que puede resumirse en “invierno todas las noches y verano todos los días”. La menor densidad de la capa atmosférica, común de las grandes altitudes, permite una mayor intensidad en la radiación ultravioleta y simultáneamente una mayor disuasión de la energía lumínica, especialmente la infrarroja, que es la principal contribución en calor para el planeta. Esto provoca, por ejemplo, que la piel humana al descubierto se quema muy fácilmente y a la vez el clima sea generalmente frío, especialmente en las madrugadas. La estacionalidad diaria de los páramos es superficialmente parecida a la estacionalidad anual propia de latitudes templadas y polares. Una consecuencia de ella es que algunos animales, como los colibríes del Chimborazo (Oreotrochilus Stella) “hibernan” durante las horas más frías. Algunos insectos, por su lado, sólo están activos en las horas del alba o del crepúsculo, cuando las radiaciones son tolerables y aún no hace demasiado frío. El particularmente inestable clima del páramo, a demás de frío, es nublado y lluvioso, aunque hay horas de sol intenso.Flora En los páramos la vegetación natural dominante está representada por:Musgos: Entre estas especies se encuentran los musgos de la turba (Sphagnum spp) y el llantén de páramo (Plamtago rigida), característicos de zonas pantanosas. Pajonales o Gramíneas: Están representados por la paja ratón (Callamagrostis), carrizo (Cortadeiras), frailejón (Espeletia spp), chite (Hypericum), vira-vira (Gnaphalium spp), chusque (Chusque spp), romero de páramo (Senecio spp), gaque (Clusia spp), y cardo (Puyas). Arbóreas y arbustivas: Compuestas por mortiño (Hesperomeles spp), chilco (Baccharis spp), quiebra barriga (Pernettya spp), y encenillo (Weinmania spp).Estas especies ayudan a la regulación y captación de agua proveniente de los procesos de condensación en ésta zona. La estructura y composición del subparamo corresponden a un mosaico de formaciones arbustivas, que también cumple una función esencial de protección, mantenimiento y recarga de acuíferos.Fauna En estos ecosistemas se encuentran anfibios (familias Leptodactylidae, Dendrobatidae e Hylidae) y pequeños reptiles como lagartijas, salamandras y especies de la familia Iguanidae, Gymnophtalmidae y Analis. También están presentes mamíferos como conejos (Sylvilagus brasilliensis), comadrejas (Caluromis dervianus), curíes (Cavia sp), guagua (Agouti taczanowskii), danta de montaña (Tapirus pinchaque), venado perro (Pudu mephistophiles), venado matacán (Mazama americana) y osos (Tremactus ornatus).Entre las aves representativas se encuentran el cóndor (Vultur gryphus), el águila (Oroaetus isidori), las alondras (Anthus bogotensis), los patos (Oxyura spp y Anas), la mirla (Turdus fuscater) y colibríes, entre otras. La flora y fauna contribuyen al equilibrio especial de la dinámica del ecosistema. Paisaje y topografía El ecosistema páramo, a pesar de su pequeña extensión, es altamente diverso, no solamente en número de especies y asociaciones vegetales, sino también en el número de formas y tipos funcionales que alberga. La gran variabilidad presente en este ecosistema, así como su gran complejidad determina que no exista una definición única, ya que presenta muchos tipos de vegetación y exhibe muchas diferencias locales en clima, flora, fauna y tipos de suelo e hidrología, aunque mantiene características generales comunes.El surgimiento de montañas en las fases pleistocénicas tardías de la orogenia andina, determinó la formación de un ambiente con rasgos climáticos nuevos, en el cual se combinan el ritmo anual isotérmico, típicamentre tropical, con la incidencia de heladas y nevadas, generalmente extratropical, lo cual establece lo que ha sido llamado “trópico frío”.Desde el punto de vista climático se caracterizan por bajas temperaturas, heladas y baja disponibilidad de agua con predominancia de ritmos diarios, además los suelos poco desarrollados determinan que las plantas que habitan estas áreas estén sometidas permanentemente a cuatro tipos de estreses: mecánico, nutricional, térmico e hídrico. Por otra parte, las plantas deben adaptarse a la baja presión atmosférica lo cual implica bajas concentraciones de CO2, intensa radiación ultravioleta y rápidos cambios en insolación. En los Andes de Venezuela, se han delimitado dos zonas ecológicas bien diferenciadas: el piso andino, entre 3000 y 4000 msnm y, por encima de los 4000 msnm y hasta aproximadamente los 4700 msnm, el piso altiandino. En esta franja de 1700 metros se encuentra una gama muy amplia de condiciones en lo que respecta al rango anual de precipitaciones, temperatura media anual y número de días con heladasEl páramo presenta una amalgama de elementos florísticos de origen neotropical, holártico y subantártico además de un gran número de especies endémicas. Con algunas excepciones, todas las especies de plantas vasculares, dominantes, pertenecen a uno de los siguientes grupos funcionales o formas de vida: rosetas caulescentes y acaulescentes, cojines, gramíneas en macolla, arbustos esclerófilos. Por ota parte, es característico en estos ambientes, el crecimiento de árboles del género Polylepis.



BOSQUE ALTO-ANDINO

Prospera entre 2.800 y 3.200 metros de altitud, límite que varía en cien o doscientos metros por las condiciones locales (vientos, asolación). Es un ambiente supremamente húmedo que se aprecia a la distancia como el característico manto de nubes que envuelve las cumbres de las montañas. El exceso de humedad permite que sobre las ramas de los árboles crezca una abundante variedad de epífitas como quiches, orquídeas, musgos y líquenes que los cubren por completo. También llamado selva andina y bosque de alta montaña, cumple funciones específicas como son la regulación del flujo hídrico que desciende de los páramos y la acumulación y administración de sus nutrientes. Por esto crecen árboles hasta de 15-20 metros de alto que resguardan y alimentan una amplia y muy importante variedad de especies animales y vegetales. En términos generales predominan especies como Clusia multiflora, Meconio squamulosa, Weinmannia rollotii, y Weinmannia tomentosa, se resalta la mezcla en la parte alta de elementos del paramo como Arcytophylum nitidum, Espeletia phaneractis.Se trata de un bosque de fisonomía muy distinta a la del bosque andino, con un solo estrato de árboles pequeños y arbustos nanófilos (hojas muy pequeñas), de troncos por lo general torcidos y alturas entre 3 y 10 m., en el que predominan los elementos de la antigua familia Asteraceae. Además, forman parte de este estrato algunas hierbas altas como las cerbatanas (Neurolepis sp.) y Chusques sp. y bromeliáceas del genero Greigia. Los musgos son muy abundantes y forman espesos colchones en el piso del bosque. Muchos de ellos trepan y cubren totalmente los troncos y ramas de los árboles, junto con otras epífitas y bromelias.Florísticamente, el elemento más característico de los bosques alto andinos es el género Hesperomeles, cuyas especies llegan a ser dominantes o codominantes en muchos lugares. Entre las especies más abundantes de este genero se mencionan H. obtusifolia, H. goudotiana y H. lanuginosa en la Cordillera Oriental. En la parte superior del piso, en la Cordillera Oriental, son típicos los bosques de palo colorado (Polylepis boyacensis, P. quadrijuga). En la medida en que se asciende en altitud, el bosque altoandino se vuelve más abierto y la cobertura herbácea aumenta su importancia, con especies propias del páramo.El bosque alto andino ha sido destruido en su mayor parte, para dar paso al pastoreo de ganado vacuno y ovino y a algunos cultivos de papa. En su lugar se ha producido un avance de la vegetación del páramo, lo cual se conoce como proceso de paramización del bosque, esto caracteriza la mayoría de paisajes por encima de 3200 m. de altitud. Las quemas periódicas llevadas a cabo para favorecer el rebrote de los pastos impiden la recolonización del bosque, la cual de por sí es muy lenta dadas las condiciones muy limitantes de temperatura. Por esta razón, muchos autores han situado el límite bosque - páramo alrededor de los 3.200 m. o a veces menos. Esta degradación a producido en muchos sitios un tipo especial de matorral más o menos abierto, basado en elementos propios del bosque alto andino y del páramo, el cual para algunos autores conforma lo que se denomina como "subpáramo". En realidad y dado que en algunas partes el paso del bosque al páramo herbáceo es relativamente rápido, la formación vegetal conocida comúnmente como subpáramo bien podría corresponder al bosque alto andino degradado, por lo menos en parte.A pesar de lo anterior, se conservan relictos de muy diversos tipos de este ecosistema, desde los bosques paramunos de rodamonte y coloradito, pasando por la extensa franja de encenillal, hasta bosques andinos con especies de laureles y palmas de cera, lo cual configura una gama mucho más amplia que la conservada en el resto del área rural y un importante potencial biótico para la preservación de la biodiversidad y la extracción de herramientas de restauración para otras localidades. (Preservación: Conjunto de actividades dirigidas a proteger y mantener las características y dinámicas de los ecosistemas y los paisajes.)Se caracterizaron tres tipos de borde de bosque altoandino: borde de Chusquea scandens, paramizado y antiguo; este último denominado así por presentar un estado sucesional más avanzado. Se seleccionaron dos parches de bosque por cada tipo de borde, para analizar 13 criterios entre fisiográficos, microclimáticos, estructura y composición de la vegetación. Tres de los criterios (pendiente, forma y área del parche) son poco determinantes del tipo de hábitat de borde, los demás están estrechamente relacionados con las condiciones del microambiente y éste a su vez con la estructura y composición de la vegetación, confiriendo características particulares a cada hábitat de borde. El borde paramizado muestra la menor capacidad de autorregulación ambiental estando más expuesto a la fluctuación en estas variables, debido a su exposición directa a la acción del viento y a la pérdida de los estratos arbóreos más altos (entre 10 y 15 m), por lo que requiere la mayor intervención para su restauración. El borde de chusque es el más resguardado al actuar esta especie como una barrera protectora, que sin embargo debe ser controlada para promover la expansión del bosque como habita en el borde antiguo, el cual presenta una capacidad reguladora intermedia entre los otros dos.


BOSQUE ANDINO

bosque de la parte alta de nuestras montañas, formado por árboles relativamente bajos y con hojas en promedio pequeñas, y con el sotobosque muy denso, a veces impenetrable. Las ramas y troncos suelen estar cubiertos por una gran cantidad de plantas epífitas, como musgos, bromeliáceas y orquídeas.El bosque andino crece en la franja de clima frío de Colombia y sus temperaturas pueden bajar mucho en la noche. Algunos bosques andinos crecen en zonas montañosas donde casi todo el tiempo se encuentran nubes: estos bosques son muy húmedos y se los conoce como bosques de niebla andinos. Otros bosques andinos pueden crecer en zonas secas, donde van siendo reemplazados por matorrales semiáridos.Las plantas y animales del bosque andino presentan un alto grado de endemismo, con muchas especies restringidas a áreas relativamente pequeñas. La diversidad global de los bosques andinos de Colombia es muy alta.El origen de los bosques andinos es relativamente “reciente” en términos geológicos, correspondiendo con el levantamiento de los Andes hasta alturas cercanas a las actuales en los últimos 6 millones de años. Este levantamiento hizo que en estas regiones tropicales aparecieran tierras con clima frío, permitiendo que especies de plantas y animales de latitudes elevadas entraran a Colombia. Entre ellas podemos mencionar los robles (Quercus) y zarzamoras (Rubus) del hemisferio norte y los encenillos (Weinmannia) y ajíes de páramo (Drimys) del hemisferio sur. El levantamiento de las montañas también favoreció que un sinnúmero de especies tropicales fueran evolucionando en los nuevos hábitats.Distribución en el paísSierra Nevada de Santa Marta y las tres cordilleras andinas, desde unos 2400 m.s.n.m. hasta el límite superior del bosque (usualmente entre 3300 y 3800 m.s.n.m.)FloraA diferencia de lo que ocurre en zonas bajas, en los bosques andinos suele presentarse la dominancia numérica de una o unas pocas especies de árboles sobre las otras. Uno de los géneros más importantes de árboles dominantes en los distintos bosques andinos de Colombia son los encenillos (Weinmannia.) Otros árboles dominantes en bosques andinos del país son los cedrillos (Brunellia), robles (Quercus, Trigonobalanus), pinos romerones (Podocarpaceae), alisos (Alnus), palmas de cera (Ceroxylon), tíbares y rodamontes (Escallonia), colorados (Polylepis), raques (Vallea), arrayanes (Myrcianthes), gaques (Clusia), taguas (Gaiadendron), laureles de cera (Myrica), sietecueros y tunos (Tibouchina, Miconia, etc.), moquillos (Saurauia), granizos (Hedyosmum) y manzanos (Clethra), entre muchos otros.Entre las familias más diversas de plantas leñosas en el bosque andino se cuentan las Asteraceae (familia de los frailejones y margaritas), Ericaceae (familia de los uvos de monte), Lauraceae (familia del aguacate), Melastomataceae (familia de los sietecueros) y Rubiaceae (familia del cafeto.) Es muy notorio el número de especies endémicas que hay en varios de estos grupos de plantas, por ejemplo en las Melastomataceae del género Miconia y en muchas Asteraceae.Comparado con otros bosques de Colombia, el bosque andino es particularmente rico en especies de líquenes y briófitos (musgos y sus parientes, las hepáticas), que crecen sobre las ramas de los árboles o forman colchones sobre el suelo, rocas y troncos caídos. También crecen sobre troncos y ramas numerosas bromeliáceas, orquídeas y helechos y las carnosas Peperomia.FaunaLa fauna de insectos de este ecosistema es más bien discreta en comparación con la de bosques de climas más calientes. Las chicharras (Cicadidae) son relativamente escasas y su canto no domina el ambiente. Las hormigas no son muy vistosas. Y las mariposas suelen ser pequeñas, predominando las especies de tonos oscuros de la subfamilia Satyrinae (tribu Pronophilini.) De todas formas, se presenta una alta diversidad de insectos, con muchas especies de gran belleza y distribución restringida. En todos los estratos del bosque abundan las arañas y, ocultos bajo rocas, se pueden encontrar algunos alacranes del género Tityus.Bajo la hojarasca del bosque y dentro de las rosetas de las bromeliáceas habita una rica fauna de invertebrados, que incluye colembolos, cucarachas, escarabajos, milpiés, ciempiés, etc. Profundo en el suelo habitan las lombrices, destacándose las especies gigantes de la familia Glossoscolecidae, que pueden alcanzar más de 50 cm de longitud. En el suelo y sobre las plantas se encuentran caracoles terrestres (por ejemplo especies de Bulimulidae.)En las quebradas que atraviesan el bosque andino habitan pequeños peces de los géneros Trichomycterus (capitanes) y Astroblepus (babosos.) También suele haber cangrejos de la familia Pseudothelphusidae en estos ambientes. Los anfibios son comunes en los bosques andinos más húmedos y cerca a las quebradas. Predominan especies de ranas de los géneros Eleutherodactylus, Atelopus, Hyla y Colostethus. También se encuentran salamandras del género Bolitoglossa. Los reptiles son más bien escasos e incluyen algunas lagartijas (Phenacosaurus, Anolis, Stenocercus, etc.) y serpientes no venenosas (por ejemplo Atractus, Liophis y Chironius.)Entre las aves destacan numerosas especies de colibríes, polinizadores importantes de muchas plantas del bosque andino y las tangaras de montaña (Anisognathus, Buthraupis, Dubusia, Iridosornis, Chlorornis, Sericossypha), de plumaje sumamente colorido. En los bosques andinos también habitan grandes aves que la gente suele asociar más con ambientes de clima caliente. Entre ellas se cuentan los tucanes de montaña (Andigena, Aulacorhynchus), varias especies de loros y pericos (Amazona, Hapalopsittaca, Pionus, Onchorhynchus, Leptopsittaca, Bolborhynchus, Pyrrhura) y las pavas de monte (Penelope.) Estas grandes aves son muy vulnerables a la destrucción de los bosques y a la cacería y por esta razón han desaparecido de muchos lugares habitados por el ser humano.Los roedores forman el grupo dominante de mamíferos y ocupan todos los estratos del bosque: sobre los árboles habitan ardillas, el puercoespín Echinoprocta rufescens y algunos ratones silvestres. En el suelo se observan otras especies de ratones y ratas, los borugos (Agouti taczanowskii) y la guagua loba (Dinomys branickii): esta, con sus 12 a 15 kg de peso, es unos de los roedores más grandes del mundo y puede trepar árboles con regularidad. Incluso en el agua hay ratones nadadores de los géneros Chibchanomys, Ichthyomys y Neusticomys.Los murciélagos son relativamente escasos en este ecosistema e incluyen especies insectívoras de la familia Vespertilionidae, frugívoras del género Sturnira y nectarívoras del género Anoura.Entre los mamíferos más particulares del bosque andino se cuentan las musarañas (Cryptotis) y los pequeños marsupiales del género Caenolestes. Otros mamíferos importantes son el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), la danta de páramo (Tapirus pinchaque), el puma (Puma concolor), tigrillos (Leopardus), los pequeños venados de los géneros Mazama y Pudu, los cusumbos (Nasuella, Nasua) y el runcho o fara (Didelphis albiventris.)ConservaciónLos bosques andinos se encuentran gravemente amenazados, pues están situados en la parte más poblada del país. En muchas partes persisten sólo como fragmentos aislados en la parte alta de las montañas y en las laderas más empinadas. Puede decirse que nuestra cultura, ahora dominante, no es una cultura del bosque. El desarrollo consiste en abrir terrenos, no en cerrarlos. Es decir, en tumbar monte en lugar de conservarlo y aumentarlo.Esto ha resultado muy desafortunado, incluso en términos económicos, pues los bosques andinos cumplen un gran papel como protectores de cuencas hidrográficas. Su suelo esponjoso y densos colchones de musgos acumulan el agua y la liberan gradualmente, permitiendo que los caudales de ríos y quebradas sean relativamente regulares, incluso durante las temporadas secas. Ahora, con la destrucción del bosque, muchas quebradas se han secado.


SELVA HUMEDA TROPICAL

tener una imagen aproximada de las características de este tipo de bosque podemos pensar en la selva amazónica, donde las variaciones estacionales están poco definidas y llueve copiosamente la mayor parte del año. La mayor biodiversidad de los bosques se encuentra en este tipo de selva. Algunos investigadores afirman que un área de 10 km2 puede contener más de 1500 especies de plantas con flores y alrededor de 750 especies diferentes de árboles. Contienen además, varios millones de especies de flora y fauna, tal vez el 50% de todas las especies conocidas. Tan sólo de artrópodos, pueden alojar entre un 20 a 25 % de las especies conocidas. Importantes extensiones del sur sureste de nuestro país estaban cubiertas de selva o bosque tropical lluvioso. Hoy el deterioro ha reducido este tipo de bosque a pequeñas áreas. La estratificación vertical en este tipo de ecosistema está definida principalmente por la altura de los árboles. Los árboles emergentes pueden alcanzar entre 50 y 80 m de altura, y sus amplias copas forman una capa discontinua que sombrea Una capa más baja está formada por árboles generalmente de forma cónica que constituye un estrato continuo de mayor espesor. Esta capa cubre a otra que permanece en penumbra, formada por arbustos, hierbas altas y helechos. Bajo esta capa se encuentra un sustrato rico en humus pero muy delgado ya que la temperatura y la humedad facilitan la labor de descomposición rápida de la materia orgánica, llevada a cabo por los desintegradotes (bacterias, hongos y otro tipo de microorganismos). La circulación geológica de nutrientes es muy acelerada.Las raíces de los árboles son poco profundas y más bien crecen horizontalmente sobre el suelo. Muchos árboles forman verdaderas redes de raíces sobre el suelo, que pueden alcanzar los 5 m de altura.La estratificación de la vegetación influye en el microclima del bosque. La concentración de CO2 y la humedad relativa del ambiente aumentan conforme descendemos hacia el suelo, y la temperatura y la evaporación disminuyen. La temperatura en las partes bajas suele ser alrededor de 6ºC menor que la que se encuentra en las capas altas. La luz que penetra hasta el suelo pude ser de 2 a 4 % de la que irradia las capas superiores. Muchas de las plantas que habitan en este tipo de selva se desarrollan trepando sobre los árboles (plantas epífitas) de esta manera obtienen alimento, humedad y alcanzan la luminosidad necesaria. Sus raíces nunca tocan el suelo y obtienen sus nutrientes de los detritus de muchos organismos, y la humedad de los reservorios que se forman en las hojas y los huecos de los árboles sobre los que crecen. Musgos, helechos, líquenes, orquídeas y bromeliáceas son buenos ejemplos de este tipo de organismos. Algunas plantas trepadoras estrangulan a su hospedero (lianas y matapalo, por ejemplo), otras viven con ellos de manera simbiótica. Los insectívoros, aves y murciélagos se encuentran generalmente en el dosel o capa superior. En la bóveda intermedia se localizan los mamíferos rastreadores como las ardillas y todos aquellos mamíferos pequeños que bajan al suelo a buscar insectos, reptiles, o semillas, y una gran variedad de insectos. En el suelo se encuentran mamíferos de talla considerable como el tigrillo, el ocelote, el tapir y el leopardo. Entre la hojarasca hay una enorme cantidad de insectos, aves insectívoras y pequeños roedores que hacen sus madrigueras bajo el suelo. La gran diversidad encontrada en este tipo de ecosistemas se debe principalmente a la presencia de una enorme variedad de microhábitats o micronichos, que albergan a una inmensa gama de organismos. Alrededor del 90% de los primates no humanos viven en los bosques tropicales húmedos. Este tipo de bosque constituye el ecosistema más productivo de la Tierra. La producción de biomasa anual es muy elevada y la industria de producción forestal que se obtiene de estos bosques es equivalente a la que producen los bosques templados. Sin embargo, la biomasa se encuentra principalmente como materia viva y no como sustrato, ya que los suelos son delgados y la materia orgánica recircula rápidamente. Por esta condición, al tomar áreas de bosque para cultivo permite obtener unas cuantas cosechas y pronto el suelo se empobrece.En muchas partes del mundo se acostumbra talar y quemar parte de estas selvas (roza y quema), creyendo que el suelo será muy fértil y se podrá aprovechar para la agricultura. Los campesinos logran unas cuantas cosechas y más tarde avanzan sobre la selva, quemando nuevas áreas para volver a sembrar. Cada año se pierden importantes áreas mediante esta improductiva práctica. La devastación y el abandono hacen que pronto las zonas alteradas sufran el efecto del viento y el agua y los suelos se erosionen irremediablemente.La pérdida del bosque reduce el nicho de muchos animales. Muchos primates se encuentran en peligro de extinción por la desaparición de su hábitat. El mono aullador o saraguato (Allouata sp), el mono araña (Ateles sp) en nuestro país, y muchos otros en el resto del mundo, están en serio peligro de extinción. A la deforestación se añade el efecto de la caza furtiva de todo tipo de organismos que viven en este tipo de ecosistemas. La construcción de grandes sistemas de caminos y carreteras acelera la destrucción de los bosques. Cada día se introducen nuevos caminos que alteran el bosque, incitan los asentamientos humanos, promueven la tala y la sobreexplotación, modifican el microclima, aíslan las comunidades naturales y destruyen el hábitat de un número incalculable de especies de plantas y animales Se puede considerar que el bosque tropical es el ecosistema que se encuentra en mayor riesgo en todo el mundo y, especialmente en nuestro país. Para que conozcas algunos de los organismos que se encuentran amenazados o en serio riesgo de extinción, consulta la sección de Organismos en peligro. El bosque tropical presta importantes servicios a la biosfera. Gran parte del CO2 es almacenado en su biomasa. La temperatura encuentra en los bosques un ‘colchón amortiguador’, muchas de los principios activos de muchos medicamentos son obtenidos de las especies que habitan en estos ecosistemas, la conservación del suelo es un efecto importante de este tipo de bosques. El ciclo hidrológico no encontraría equilibrio sin su presencia.







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